
Estos hechos no son “peleas de bandas”, ni hechos aislados. Se sitúan en un contexto político claro: bajo la democracia burguesa el fascismo actúa con total impunidad y es permitido, sino reciben el aliento y apoyo, de las utoridades e instituciones. El gobierno y sus aparatos represivos, como fiel sirviente de los intereses de la clase burguesa, reprimen a la juventud más consciente y combativa, a las respuestas organizadas de la clase obrera. Como en el caso de la Huelga General del 29 de septiembre con numerosos represaliados/as y detenidos/as entre los que se encuentran militantes del PCPE con acusaciones de claro montaje policial.
Mientras tanto, las concentraciones fascistas legalmente convocadas son toleradas y potenciadas desde los espacios del poder, en torno al 12 de octubre es el caso más reciente, pero se organizan a diario y se suceden año tras año. En estos días se acaba de aplazar el “juicio” a tres camaradas del PCPE y los CJC en Barcelona, a los que se pide tres años de prisión, criminalizados por participar en una manifestación antifascista de repulsa por el asesinato de Carlos Palomino en 2007.
Por todo ello acusamos directamente a la subdelegación de gobierno de ser cómplices del avance del fascismo al legalizar manifestaciones y no perseguir las numerosas organizaciones fascistas que existen en el País Valencià. Estos hechos políticos demuestran de que lado esta el gobierno de la socialdemocracia en Catalunya o el de la derecha más rancia en el País Valencià.
En los últimos años estamos asistiendo a campañas y ataques en toda Europa amparadas y orquestadas por medios de comunicación, partidos burgueses y del sistema que dejan claro la evidente dictadura de clase que sufrimos, la inexistencia de divisón de poderes y la cada vez más evidente carencia de derechos y libertades. El objetivo es la criminalización y persecución, ante la sociedad, de posibles alternativas sociales y políticas al sistema capitalista. Por un lado se interioriza y fomenta entre la sociedad el anticomunismo, el racismo y las actitudes fascistas (existen ya numerosos gobiernos europeos donde partidos fascistas gobiernan o tiene un peso más que importante) y por otro lado se legisla y actúa recortando derechos y libertades con el objetivo de atacar e impedir respuestas de la parte más consciente de la juventud y la clase obrera. Estamos asistiendo a la formalización de las bases jurídicas y materiales que impidan la respuesta de la clase obrera en un futuro.
Es necesario dar una respuesta organizada y política a estas campañas y agresiones. Los CJC y el PCPE entienden que es necesaria la más amplia unidad sincera del antifascismo, articulando un antifascismo de masas alejado del sectarismo y bajo el respeto a las distintas identidades del antifascismo. La articulación de espacios unitarios combativos, salir a la calle a denunciar las agresiones y campañas y coordinar las luchas para actuar contra el marco político anteriormente definido. La unidad y la lucha combativa nos acercan a la victoria.
Por último queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo con los agredidos. Ante las agresiones del fascismo, al igual que con los detenidos en los piquetes informativos y los incidentes desencadenados por la polícia en la Huelga General, los CJC y el PCPE nunca serán indiferentes y siempre buscarán su solidaridad y lucha activa contra el fascismo.
¡Ningúna agresión sin respuesta!
¡Por la unidad antifascista!
¡No pasarán!
CJC del País Valencià.
Comité del País Valencià del PCPE.